El 29 de febrero de 1792 vio la luz en Pesaro, entonces parte de los Estados Pontificios, Giovacchino Antonio Rossini, que pasaría a la posteridad como Gioacchino Rossini. Resultaría ocioso enumerar ahora sus composiciones, que incluyen algunas de las cimas de la Historia operística, como El Barbero de Sevilla o Guillermo Tell. El hecho relevante es su fecha de nacimiento y el humor con el que convivió con ella.
Nacido un año bisiesto, es celebérrimo su festejo de 1864, cuando invitó a sus amigos a celebrar su decimoctavo cumpleaños, adornando la tarta ese mismo número de velas. Si, por un prodigio de la naturaleza, viviera hoy, el 29 de febrero de 2012 celebraría su quincuagésimotercer cumpleaños. Los Amigos de la Ópera de Santiago de Compostela han decidido recordarle y organizar, en su honor, una Semana Rossiniana para festejar su natalicio.
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